Johannesburgo, AP.-Un Brasil inexpresivo pero centrado en el trabajo duro que le imprime su capataz Dunga sale este martes a escena en la Copa del Mundo ante una Corea del Norte que es toda una incógnita.

El encuentro entre el pentacampeón mundial y el equipo asiático, que regresa a la máxima cita del fútbol tras una ausencia de 44 años, corresponde al Grupo de la Muerte, el G. Los otros dos integrantes de la zona, Costa de Marfil y Portugal, se miden entre sí.

Brasil llegó a Sudáfrica con el hambre de borrar el fracaso de hace cuatro años en el Mundial de Alemania, donde cayó en cuartos de final ante Francia a pesar de tener a una galaxia de jugadores que prometió espectáculo y goles.

Dunga no hace ese tipo de promesas, sino que procura dar vuelta la página y escribir otra historia.

El ex capitán del Brasil campeón en Estados Unidos ‘94 renovó buena parte del equipo con nombres menos rutilantes, aunque mantuvo a varios consagrados como el zaguero Lucio, los volantes Gilberto Silva, Kaká y el delantero Robinho, sobrevivientes de Alemania.

El de Dunga es un equipo sin mucho brillo o que no levanta el mismo interés que la anterior selección, que tenía a Ronaldo, Ronaldinho, Adriano y Kaká, el famoso cuadrado mágico ofensivo.

Dunga armó una escuadra de obreros armada e impuso un estilo de trabajo y de juego que se asemeja al que él practicó en la cancha, más aguerrido que vistoso.