SANTO DOMINGO.-El candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo, consideró impostergable la definición y ejecución de una política nacional de exploración hidrocarburos, ya que existen buenos motivos e importantes indicios para hacerlo sin más dilación.

El diputado del Congreso por el Distrito Nacional, advirtió que sin voluntad política e institucional y una apropiada legislación, nunca será despejada la incógnita de “si tenemos o no tenemos hidrocarburos”.

“Es común afirmar que intereses foráneos se oponen a la exploración. Yo creo que el problema principal no está fuera, sino aquí, en la falta de compromiso con los proyectos de largo plazo, cuyos resultados no se ven de inmediato, y que en cambio exigen organización, disciplina y esfuerzo sostenido enfatizó.”

Castillo anunció que volverá a reintroducir el proyecto de exploración petrolera, que a pesar de haber sido aprobado en más de tres ocasiones en la Cámara de Diputados, ha perimido en el Senado, y explicó que las concesiones de búsqueda de petróleo otorgadas en el año 1989, no han cumplido con las expectativas en gran modo por la falta de voluntad institucional para hacer cumplir los términos y condiciones de las mismas.

“En la Constitución de la República, ya consignamos como de alta prioridad nacional el objetivo de la exploración en tierra y mal, ahora se necesita aprobar una ley para ese campo de la inversión de tanto riesgo, ya que ninguna empresa importante vendrá a realizar trabajos serios sin un marco legal, fiscal e institucional adecuado”, sostuvo.

El primer vicepresidente de la FNP explicó que se necesita también mejorar las condiciones y aumentar la información básica que haga atractiva la actividad de exploración, porque en ese ámbito, a pesar de algunos logros importantes, “seguimos pasando con ficha”.

Finalmente, Pelegrín Castillo, miembro de la Comisión de Energía y presidente de Asuntos del Mar de la Cámara de Diputados, advirtió que es necesario que el liderazgo nacional asuma una actitud seria y coherente sobre la que califica como una de las mayores empresas del país, dentro de una estrategia nacional de desarrollo, que a su juicio debe de estar a cargo, no sólo de la Dirección General de Minería, de la Refinería Dominicana de Petróleo, sino de un ente público- privado que se cree a tales efectos.